El autor del proyecto y ex intendente de esa localidad, Carlos Johnston (JSRN), justificó esta propuesta en el crecimiento demográfico de Catriel, “que hoy cuenta con más de 30 mil habitantes”; en la lejanía, ya que “el juzgado más cercano se encuentra a 130 kilómetros, en la localidad de Cipolletti”; y en lo social y económico, porque “hay mucha gente que no puede costear el viaje”.
A estas razones, el legislador incorporó las cuestiones específicas del lugar, relacionadas con las características del trabajo petrolero. “Por lo general el trabajador petrolero trabaja 14 por 7 (días), y muchas veces esto trae problemas en las familias”.
Señaló además que durante la pandemia se exacerbó la violencia familiar, de género y los abusos sexuales.
Recordó dos importantes femicidios ocurridos en Catriel, que fueron los casos de Cinthia Vergara y Agustina Atencio, a partir de los cuales se crearon la comisaría de la Familia y la Secretaría de las Mujeres, Igualdad y Disidencias.
“En Catriel hay muchas personas que se encuentran en estado de vulnerabilidad y por eso, este Juzgado de Primera Instancia va a cerrar y va a servir para hacer justicia y estar en cercanía, que es tan importante para la víctima”, cerró.
La legisladora Daniela Salzotto (FDT) acompañó el proyecto y afirmó que esta propuesta responde a “un colectivo de reclamos que venimos padeciendo ante las diferentes circunstancias, causas lamentablemente que encabezan las estadísticas de violencia familiar”.
Afirmó que “este es nuevo comienzo” y destacó la importancia de que este Juzgado esté dotado de recursos y de un equipo interdisciplinario, para no superponer la demanda que ya tienen los servicios de salud del hospital y de los diferentes organismos de esta localidad.