Ingresó al Parlamento un proyecto de ley que busca adherir a la ley nacional de “Reducción del consumo de sodio en la población”.
Los autores de la iniciativa, Alejandro Marinao, Graciela Sgrablich y Juan Garrone (FpV), expresan que, según los especialistas, el consumo de sal en exceso es la causa de numerosos problemas de salud, no solo relacionados con las enfermedades cardiovasculares sino también con insuficiencia renal, osteoporosis, cáncer de estómago, y contribuye con la retención de líquidos que favorece la hipertensión.
De acuerdo a los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión es la causante del 62 por ciento de los accidentes cerebrovasculares y del 42 por ciento de las enfermedades del corazón, que anualmente causan la muerte de 36 millones de personas en el mundo.
Los legisladores explican que la OMS estableció el consumo máximo diario de sal en 5 gramos y que esta cifra se encuentra muy por debajo de la que se ingiere de media en el mundo, que es entre 10 y 12 gramos. Señalan además que la mayor parte de la ingesta diaria proviene de los productos envasados y precocinados.
Según proyecciones del Ministerio de Salud de la Nación, la reducción de tres gramos de sal en la dieta de toda la población salvaría unas seis mil vidas anuales y evitaría aproximadamente 60 mil eventos cardiovasculares y ataques cerebrovasculares (ACV) cada año. “Sobre todo considerando la estimación de que en Argentina el consumo diario de sal por persona asciende a 12 gramos”, aseguran.
En este sentido, indican que en Argentina se viene trabajando en acciones conjuntas con la Organización Panamericana de la Salud, como la firma del convenio con la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) para reducir el contenido de sodio en los alimentos industrializados.
Asimismo, desde 2010 la Cartera de Salud lleva adelante la iniciativa “Menos Sal, Más Vida”, que trabaja en la concientización de la sociedad sobre la necesidad de disminuir la incorporación de sal en las comidas, y en la firma de acuerdos con la industria alimentaria para lograr la reducción del contenido de sodio de los alimentos procesados.
Para darle sustento a estas iniciativas, recientemente se aprobó en el Senado de la Nación la Ley Nº 26905, que establece la reducción del consumo de sodio en la población e invita a las provincias a adherir.
Esta norma fija los valores máximos de sodio que deberán alcanzar los grupos alimentarios, a los cuales tendrán que adecuarse las pequeñas y medianas empresas productoras. Asimismo, los importadores de productos alimenticios deberán acreditar para su comercialización y publicidad en el país las condiciones establecidas.
La autoridad de aplicación es el Ministerio de Salud, el que podrá fijar periódicamente la progresiva disminución de los valores máximos.