El legislador Marcelo Mango actuó de miembro informante del proyecto y destacó que “hablar de Taty es hablar de las Madres de Plaza de Mayo, es hablar de Alejandro, su hijo detenido y desaparecido en el año 1975 y hablar de Alejandro, es hablar de los 30 mil desaparecidos”.
Agregó el legislador que “las Madres, con su pañuelos blancos como símbolo del pañal de sus hijos, han permitido modificar una historia de terrorismo de estado, en políticas de lucha por la justicia y verdad y por una lucha por la cual sus hijos fueron secuestrados, torturados y desaparecidos”.
Para finalizar. Mango agregó que “quiero reivindicar a Taty y reconocer en este homenaje de la Legislatura de Río Negro que jamás las Madres hicieron justicia por mano propia, siempre reclamaron justicia legal, no se querían parecer a los torturadores, siempre actuaron en defensa de la vida y el amor”.
En tanto, la legisladora Roxana Fernández suscribió a las palabras del legislador Mango y adelantó el voto positivo del bloque de Juntos Somos Río Negro.
Además, agregó que “Taty fue una Madre que fue parida por su hijo, desde una metáfora que ella expresa a partir de ser en ese momento, como muchos de los argentinos que no comprendian lo que estaba sucediendo; Alejandro fue desaparecido en el gobierno anterior al golpe militar, pero forma parte de los 30 mil desaparecidos”.
El legislador Juan Martín hizo uso de la palabra y se refirió a Taty”como “alguien admirable y que su lucha por los derechos humanos no se ha visto manchada por agresiones o actitudes violentas, tampoco se vio involucrada en maniobras oscuras en las sombras del Estado.
“Taty” comprendió que no tenia que hacer de su militancia un canto al odio, entendió que había que mantener viva la memoria de su hijo”, agregó.
Por su parte, la legisladora María Eugenia Marini destacó a Taty “como parte de la lucha feminista de estos tiempos y destacó que Argentina es reconocida en el mundo por su lucha en los derechos humanos y si estamos hoy aquí es porque las Madres, que ya creo que son las madres de todos nosotros, supieron iluminarnos el camino, con firmeza y sin claudicar jamás”.
Alicia “Taty” Uranga nació en el barrio de Belgrano, Buenos Aires, en el año 1930. Su padre, Carlos Vidal Miy, fue un oficial de Caballería y su madre, Alicia Uranga, perteneció a una familia muy tradicional de Paraná, provincia de Entre Ríos.
“Taty” fue la única de las tres hermanas que se casó con el único civil de la familia, Jorge Almeida, en tanto que sus hermanas lo hicieron con oficiales de la Aeronáutica.
Su hermano varón fue coronel. Cursó sus estudios de magisterio en la Escuela Normal Superior N° 7 del barrio porteño de Almagro y durante algunos años se dedicó a la docencia.
En el año 1953 contrajo matrimonio con Jorge Almeida y tuvieron dos hijos y una hija. El 17 de junio de 1975, su hijo Alejandro Almeida, de 20 años de edad, fue secuestrado y desde entonces permanece desaparecido.