Ante el reciente fallecimiento del legislador -mandato cumplido- Ignacio Alfredo Piñero, la Legislatura de Río Negro recuerda al parlamentario como partícipe del debate de leyes fundantes y relevantes para la provincia.
Piñero llegó al Parlamento como representante de la Unión Cívica Radical Intransigente, fue uno de los hombres que integró la primera Legislatura de la Provincia de Río Negro y tuvo el privilegio de tomar juramento al primer gobernador constitucional Edgardo Castello.
Asumió en reemplazo del entonces legislador electo José María Guido, quien fue designado senador nacional.
Por ese entonces, el Parlamento tuvo la responsabilidad de analizar las normas fundamentales para poner en funcionamiento y organizar institucionalmente la incipiente provincia que dejaba atrás sus tiempos de territorio nacional.
Es así como ingresaron a la Legislatura iniciativas tales como el proyecto de ley que organiza el Poder Judicial, que permitió poner en funcionamiento el Superior Tribunal de Justicia y a los jueces de las tres circunscripciones.
Se creó entonces la Contraloría General de la Provincia para fiscalizar el funcionamiento de los organismos del Estado Provincial, la Caja de Previsión Social, el Banco de la Provincia de Río Negro, la Dirección Provincial de Vialidad, el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior, el Consejo Provincial de Educación, Corpofrut y el Departamento Provincial de Aguas.
Fueron sancionadas la Ley de Obras Públicas, la Ley Electoral y Parques Industriales, la Ley del Seguro de Vida y Seguro Obligatorio de los agentes públicos, la Ley de Tierras Fiscales y de Municipios, de Catastro, y Orgánica de la Policía, entre otras normas fundacionales.
Uno de los hechos más trascendentes fue sin duda la creación del Banco de la Provincia de Río Negro para el desarrollo armónico de las potencialidades económicas de la provincia. En cuanto a la salud, la creación del Consejo Provincial de Salud Pública.
Fue creado por entonces el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI). Una vez discutida y sancionada esta ley, durante un histórico debate, el gobernador Castello gestionó en los Estados Unidos y ante el Banco Interamericano de Desarrollo, los fondos necesarios para financiar las obras de regadío.
Para integrar la provincia desde lo económico, lo social y lo espiritual, se creó la Dirección Provincial de Vialidad. De esta forma los rionegrinos no sólo verían cuidadas las rutas existentes sino que además se abrían caminos hasta regiones que se encontraban aisladas; de esta manera los habitantes comenzaban a dejar de lado la apasionada defensa de los regionalismos para sentirse rionegrinos.