Carlos Johnston, intendente de Catriel
El intendente catrilense Carlos Johnston , en su carácter de expositor, calificó a su ciudad de “solidaria” por la contribución con regalías petrolíferas al erario provincial, aunque “sin embargo tenemos un hospital de campaña que data de la década del ’70 por lo que un simple accidente cerebrovascular nos lleva directamente al cementerio”, remarcó entre otras falencias de las que aún adolesce la ciudad.
“Pero si se aprueban estas renegiociaciones, si se ratifican estos contratos, Weretilneck, que es un gobernador municipalista, que nos dio el 6,5 de la coparticipación que merecíamos, va a visitar el año que viene el hospital (local). Ya le donamos (al Ejecutivo provincial) las tierras correspondientes que van a pasar a través de la Legislatura municipal para que se haga ese hospital de mediana complejidad”.
Apeló a los legisladores provinciales a votar positivamente la ley de renegociación de los contratos petroleros, que el 30 se tratará para su sanción en la Legislatura rionegrina. “Tienen ustedes el privilegio y el honor de haber dado el puntapié inicial para que esta provincia tenga más trabajo, más viviendas, mejor educación y seguridad para nosotros y las futuras generaciones de rionegrinos”.
En representación “de los 30.000 ciudadanos de Catriel”, arengó a los parlamentaraios, “les pido que el 30 de diciembre ratifiquen los contratos”, concluyó.
Intendente Sabina Costa (Allen)
Más adelante, la intendente de Allen, Sabina Costa, también abogó en favor de la actividad petrolera y requirió que la Legislatura dé aprobación a los convenios con las petroleras. Aseguró que “trabajamos mancomunadamente con nuestros productores frutícolas. Lo hacemos desde la Municipalidad, la Provincia y la Nación ya que no queremos que desparezca nuestra principal economía regional”, dijo.
No obstante, “aspiramos al desarrollo de Allen como municipio productor de hidrocarburos, habida cuenta del gran reservorio de gas con que contamos y de su explotación, sin que nuestra ciudadanía jamás haya visto un solo beneficio en 45 años”.
“Que se entienda que lo que acá venimos a defender son los derechos de nuestras ciudades a tener bienestar, vivir mejor, a que no se vayan nuestros chicos, nuestros jóvenes, nuestros profesionales, para que no hayan desocupados. No estamos defendiendo el petróleo contra el agua, pero nuestro río está más contaminado por materia fecal que por hidrocarburos”.
Y concluyó solcitando más información a la población desde los organismos del Estado y de las propias empresas: “Sólo se demoniza lo que no se sabe; acá no puede ganar la ignorancia y hacernos perder todo lo que tenemos”.