Los ejemplares fueron entregados a las hijas de Raigada, Verónica y Alicia, en un acto realizado en la sala de reuniones del cuarto piso del edificio de la Legislatura.
Huellas es una gran novela histórica en la que se mezclan hechos reales e imaginarios sucedidos en la Patagonia.
Las copias fueron confeccionadas en las áreas de Imprenta y de Edición y Publicación de la Legislatura de Río Negro, a partir de un original tipeado en máquina de escribir.
Para su reedición fue necesario un intenso trabajo, dividido en varios procesos, como lectura total del manuscrito, desarmado para transcripción por partes, lectura de control de las partes transcriptas, compaginado, control ortográfico, confección de pie de página o anotaciones, nuevo mono y corrección en tres oportunidades más.
Posteriormente el proyecto pasó a diseño en imprenta, donde se realizó el rediseño de formato libro, para terminar con la impresión de 50 copias en formato A4, con papel 80 grs. doble faz.
Se realizó la impresión de tapas en papel ilustración 240 grs, tamaño especial 60 cm x 30 cm., en impresora láser full color.
El libro cuenta con 400 páginas, plegado de tapas y solapa, abrochado y encuadernación.
Se realizó el armado del formato de libro, el corte, refilado y plegado del libro y las tapas, abrochado del libro; y encuadernación y pegado de las tapas.
El autor
Victoriano Ángel Raigada nació en 1917 en Sanzoles, un municipio y localidad de España, en la provincia de Zamora, comunidad autónoma de Castilla y León. Allí vivió hasta los 8 años, cuando su familia decide migrar a la Argentina.
Desde muy joven trabajó en la actividad periodística y publicitaria. Se desempeñó en distintos diarios y tuvo diferentes empresas.
En Buenos Aires, conoció a Teodora, oriunda de Tucumán, con quien se casó y tuvo cuatro hijas. Su pasión por escribir la que volcó en dos novelas La mujer de Sal y Huellas de gigantes (en la Patagonia mágica) y otros relatos.
Victoriano Ángel Raigada residió en Buenos Aires hasta 1987 cuando se traslada a Viedma. Aquí comienza a realizar investigaciones históricas y el estudio de la lengua mapuche, conocimientos que enriquecen su producción literaria.
Dedicó su última novela a su esposa, a la cual amó entrañablemente, y a sus hijas. Falleció en el año 2000.