Los legisladores Darío Berardi y Adrián Casadei (ACD) presentaron un proyecto de ley que procura eliminar las diferencias en las posibilidades de ascenso que favorecen a los hombres respecto de las mujeres que integran los diferentes planteles y carreras de la Administración Pública.
Los parlamentarios expresan que “la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es, desde hace algún tiempo, una de las prioridades más importantes de todas las sociedades. Sin embargo y, a pesar de los esfuerzos realizados, la igualdad aún no es una realidad plenamente tangible y se torna entonces en un objetivo a lograr por la acción mancomunada de los estamentos del Estado, pero también de la sociedad toda”.
Berardi y Casadei afirman que “las mujeres continúan sufriendo discriminación, y es difícil encontrarlas ocupando cargos de alta responsabilidad. Un hecho que aunque podríamos pensar que se da tan sólo en el sector privado, se reproduce en la Administración Pública. Sin ir más lejos un breve repaso del gabinete Provincial, nos muestra que en el Poder Ejecutivo rionegrino, la mujer no ha sido confiada en la asignación de ningún Ministerio de la casi decena con que cuenta Río Negro, y son muy pocas las secretarías asignadas a mujeres”.
Sin embargo, reconocen que “no sucede exactamente lo mismo en relación a la carrera administrativa del personal de planta permanente o contratados transitorios de la administración. Allí la presencia femenina se incrementa e incluso en jefaturas de carrera, aunque el camino que deban recorrer en su trayectoria laboral, tiene limitaciones frente a las del hombre, por contar con una edad jubilatoria anticipada, que corta su carrera administrativa y la somete a la pasividad antes de haber culminado la misma, ya que es claro que fue pensada con una mirada en el personal masculino, hace ya mucho tiempo de esto”.
Sostienen los autores del proyecto: “Vemos que son muchas las mujeres que trabajan a lo largo de años haciendo carrera en las distintas áreas de la administración pública rionegrina y no llegan a jubilarse con las categorías superiores correspondiente a su escalafón. Ello nos lleva a analizar como opera dicho escalafón en ambos casos, con la mirada puesta en ver si realmente hay equilibrio entre las posibilidades reales de culminar la carrera entre hombres y mujeres, con clara mirada sobre la igualdad, sobre la equivalencia de géneros.
De tal manera procuran “mitigar la asimetría que viene dada por las distintas edades jubilatorias en el hombre y en la mujer, permitiendo así que se materialice la igualdad o equidad de géneros en la culminación de la carrera administrativa, que algún efecto además va a generar en su remuneración jubilatoria”.