La legisladora Cristina Uría presentó una iniciativa de ley que establece la obligatoriedad del Ministerio de Salud de dotar y garantizar la provisión en todos los hospitales públicos rionegrinos, independientemente de su complejidad, de las drogas fibrinolíticas que garanticen la atención inmediata del infarto agudo de miocardio (IAM).
Ese organismo, en caso de aprobarse el proyecto, deberá implementar campañas de difusión y concientización dirigidas a la comunidad respecto de factores de riesgo, signos y síntomas de alarma del IAM e incorporar dentro del esquema anual de capacitación, la formación continua destinada al diagnóstico precoz y tratamiento oportuno de esta cardopatía.
Expresa Uría en la fundamentación que “las enfermedades cardiovasculares actualmente son la primera causa de mortalidad y discapacidad en los países desarrollados y en vías de desarrollo, siendo el infarto agudo de miocardio su principal exponente”.
Es por ello que el tratamiento de los pacientes con esta patología (infarto agudo) ha despertado el interés científico de las principales sociedades de cardiología en el mundo.
“Está demostrado científicamente que cuanto mayor sea el tiempo que esa arteria permanece ocluida, menor será la posibilidad de recuperación del paciente llegando a un punto en el cual la desobstrucción de la arteria no reporta ningún beneficio ya que el infarto se ha constituido en forma completa” por lo que la recuperación muscular se torna irreversible.
Agrega la parlamentaria: “Hoy en día el tratamiento de esta patología se orienta a desobstruir la arteria culpable del evento lo más rápido posible en el menor tiempo posible” para los cual existen dos técnicas de tratamiento. La primera y más sencilla es la administración por vía endovenosa de sustancias capaces de disolver los coágulos que ocluye la arteria” y una segunda pero más compleja opción que consiste en realizar un cateterismo para desobstruir mecánicamente la arteria comprometida”.
Sostiene la doctora Uría que el objetivo de este proyecto es implementar “una red de atención en la región que permita a la mayor cantidad de pacientes ser tratados en las primeras horas de evolución IAM, teniendo en cuenta que el tratamiento con drogas fibrinolíticas es el de más fácil implementación”.