La legisladora Cristina Uría (ACD) promueve crear, en el ámbito del Ministerio de Salud provincial, un Programa Integral de Fisura Labio Alvéolo Palatino, destinado a personas que no cuenten con cobertura de Seguridad Social.
Las obras sociales nacionales y prepagas en el ámbito de la Provincia, incluido el IPROSS, deberán brindar, según prevé la iniciativa, una cobertura del 100 por ciento a sus afiliados.
El proyecto de ley propone su implementación paulatina en los hospitales de Complejidad VI y IV, de acuerdo a la disponibilidad del recursos humanos y técnicos especializados, y la conformación de un equipo multidisciplinario de profesionales a nivel regional.
El Ministerio de Salud será el organismo responsable de la aplicación de la norma y el encargado de designar a los profesionales y técnicos que participarán en los equipos multidisciplinarios.
Señala la autora que “las zonas comprometidas por las fisuras bucales comunes son, el labio superior, el reborde alveolar, el paladar duro y el paladar blando. Ligeramente más del 50 % son fisuras combinadas del labio y el paladar, y aproximadamente la cuarta parte de ellos es bilateral”.
“La falta de unión de las partes que normalmente forman el labio y el paladar, se produce en un momento temprano de la vida fetal. El problema de la fisura labio-palatina, se produce entre la 6ta. y 10ma. semanas de vida embriofetal”, explica Uría.
“Si tenemos en cuenta la prevención, el equipo de atención primaria debe encaminar a la embarazada para que ésta se encuentre en las mejores condiciones de salud en el momento de la concepción y durante el embarazo, así como evitar el contacto con fuentes de contagio vírico, exposición a radiaciones, y el uso inadecuado de fármacos, primordialmente en el primer trimestre de la gestación”.
Añade la legisladora que “la estructura de nuestro sistema de salud facilita que con las consultas periódicas a gestantes e infantes, estos pacientes reciban la atención adecuada y así proporcionar al nuevo ser las condiciones más favorables para su existencia sana y feliz”.
“Esta patología de no ser encarada desde el nacimiento por un equipo en forma y tiempo oportunos, produce alteraciones irreversibles en el aspecto estético, dentario, en el lenguaje y en lo emocional, tanto de la familia como del niño, imposibilitándolo a una normal inserción social y laboral”.
“Rehabilitar un niño con fisura no es sólo conseguir que tenga un aspecto normal, sino lograr fundamentalmente que no se sienta ‘diferente’. Por eso la importancia del trabajo interdisciplinario a cargo de un equipo de especialistas orientados hacia el tratamiento de dicha patología en todos sus aspectos”, concluye la legisladora Uría.