Los legisladores Silvia Horne, Martín Doñate y César Miguel presentaron un proyecto para crear un régimen de “Reconocimiento a la Actividad Literaria de la Provincia de Río Negro”. Los beneficiarios de este régimen recibirían un subsidio mensual, vitalicio, de carácter no contributivo, equivalente a tres salarios de la categoría “A” de la administración pública provincial.
Según los autores, el proyecto propone un reconocimiento a la labor del escritor y del poeta como tal, independientemente de su mérito individual, pero atendiendo a su entrega en la construcción colectiva de una cultura propia, para garantizarle una vejez digna.
En el proyecto se define al escritor literario como “toda persona que desarrolle el uso de la palabra escrita como profesión, dentro de los distintos tipos de géneros reconocidos en las composiciones literarias: poesía, narrativa, ensayo y dramaturgia en sentido amplio”. Quedan excluidos de esta definición, los trabajos científicos, técnicos, jurídicos, periodísticos, médicos, académicos y en general todo aquel cuyo objetivo sea el conocimiento de algún campo del saber, sin el propósito predominante de la creación literaria.
Para obtener el subsidio, el interesado debe ser natural o tener residencia permanente en la Provincia de Río Negro (no inferior a quince años); tener una edad mínima de sesenta años; acreditar una trayectoria pública constante en la creación literaria de quince años o haber publicado tres libros de creación propia o cinco incluyendo coautoría o antologías debidamente registradas. Las mismas deberán haber sido escritas en castellano o cualquiera de las lenguas originarias, comprendiéndose también las ediciones bilingües.
El beneficio también correspondería para el escritor que se encontrare afectado por una incapacidad física o mental permanente e irreversible y cumpliere con los demás requisistos.
Además, la iniciativa prevé la ceación de un Comité de Evaluación, “ad honorem”, encargado de decidir la inclusión de los solicitantes al presente Régimen, integrado por cinco miembros designados por la autoridad de aplicación (Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes). Dos de ellos deberán ser docentes de la Universidad Nacional de Río Negro y de la Universidad Nacional del Comahue, dos escritores de reconocida trayectoria en la Provincia y un representante de la Legislatura de Río Negro.
“El proyecto intenta devolver, en parte, a esos escritores y poetas lo que nos dejan: su contribución al lenguaje, su interpretación de la realidad, sumado a la formación identitaria de nuestro pueblo. Ser parte de la Patagonia y tener un sentido de pertenencia en el espacio y el tiempo es algo que se construye fundamentalmente con los signos de la cultura”, fundamentan Horne, Doñate y Miguel.
Los parlamentarios plantean que hay escritores y poetas que permanecen inéditos debido a que no siempre pueden acceder a la publicación de sus obras, por los costos de las mismas; y aun cuando se logra ese objetivo, la distribución de los libros es siempre una dificultad que se torna insalvable sobre todo en las dilatadas distancias patagónicas. Sin embargo, los poetas y escritores siguen contribuyendo al quehacer cultural de la región, de maneras diversas, aún sin esa herramienta fundamental que es el libro puesto a disposición de la comunidad.
Aseguran que “la precaria situación de nuestros trabajadores y trabajadoras de la cultura ha llevado a que muchos de ellos se hallen en condiciones de extrema pobreza. Indudablemente, no podemos permitir que transiten en la indigencia y el olvido, que lamentablemente ha marcado los últimos días de numerosos escritores y escritoras”.
“Los beneficios de la aprobación del presente proyecto de ley, no los verán solamente quienes se beneficien directamente de ella, sino también las nuevas generaciones de escritores y escritoras que advertirán cómo el Estado y la sociedad en su conjunto, reconocen, incentivan y valoran la producción literaria y el pensamiento. De esta forma, contribuiremos a que más jóvenes argentinos se dediquen a esta actividad, sin miedo a quedar desamparados por la sociedad o fuera del sistema social”, concluyen.