Un proyecto de ley ingresado a la Legislatura de Río Negro propone establecer el derecho a gozar de “Licencia por Donación de Órganos y/o Tejidos” para el personal de la Administración Pública provincial, de los Organismos Centralizados, Descentralizados y Autárquicos, Empresas del Estado y de los Municipios que adhieran a la ley.
Según la propuesta del legislador Ricardo Arroyo (FpV), se le concedería al agente donante de órganos y/o tejidos, el derecho a hacer uso de este beneficio con goce íntegro de haberes por el término que establezca la certificación médica expedida por autoridad sanitaria de salud pública provincial o nacional y convalidada por el organismo competente sobre otorgamiento de licencias médicas; que no podrá exceder el plazo de 180 días.
El legislador explica en los fundamentos que “en este momento, en nuestra provincia, hay más de cien personas esperando una donación de órganos y sesenta y cinco personas esperando donación de tejidos; lo que suma un total de ciento setenta y siete rionegrinos en lista de espera. Asimismo, hay oficialmente siete donantes reales”.
Argumenta que a fin de facilitar donaciones, el proyecto tiene por objeto propiciar la incorporación de la “Licencia por Donación de Órganos y/o Tejidos” entre las distintas licencias a las que tienen derecho a usufructuar los agentes que se desempeñan en organismos centralizados y descentralizados de la administración pública provincial, empresas del Estado y en los municipios que adhieran a la propuesta.
Arroyo sostiene que el acto de donación de órganos, en cuanto a su naturaleza jurídica, consiste en un derecho personalísimo. “Expresar la voluntad respecto a la donación de órganos y tejidos es ejercer el derecho que tiene todo ciudadano de manifestar su deseo respecto al destino de sus órganos y tejidos después de su muerte pero, ¿qué pasa cuando la donación quiere realizarse en vida?,¿qué instrumentos normativos cubren laboralmente a la persona que toma una decisión tan valiosa?”, pregunta el parlamentario.
Explica que las acciones de campaña de concientización proponen instalar la donación de órganos en su dimensión social, promoviendo el conocimiento, la participación y el compromiso de diversos sectores de la comunidad. La premisa fundamental es contribuir a la construcción del concepto de la donación como un acto natural y cotidiano.
“Esto colabora para que como ciudadanos, paulatinamente, empecemos a mirar al otro, a solidarizarnos, a tomar conciencia de que no hay sólo una manera de dar vida”, advierte el autor.
“Consideramos que este conocimiento y empatía deben acompañarse de la facilitación, a través de instrumentos normativos, para que este hecho noble no tenga ningún obstáculo a la hora de hacerse efectivo”, concluye.